Los gatos acostumbrados a vivir en casa no aman alejarse de su hogar y renunciar a sus comodidades. Sin embargo, a veces puede ocurrir que tengamos que llevarlos en el coche con nosotros, por ejemplo, para ir al veterinario. Es probable que la mayor parte de los viajes sean breves, pero, si no lo son, ¿cómo tendríamos que actuar para llevar a nuestro gato en el coche?
En este artículo describiremos cómo transportar a un gato en el coche y cómo hacer que ese viaje sea lo más sereno posible.
Para el gato, el viaje en coche puede ser una experiencia muy estresante. No le gustará alejarse de casa, tampoco los ruidos y los movimientos del coche, pero si lo acostumbramos a quedarse en el transportín desde pequeño, se acostumbrará con el tiempo y no sufrirá mucho estrés. Estos son algunos consejos para acostumbrar a tu gato desde pequeño:
Lo primero que hay que hacer es evaluar si el viaje es verdaderamente indispensable. Para el gato el viaje en el coche puede ser una experiencia muy estresante. No le gustará alejarse de casa, tampoco los ruidos y los movimientos del coche.
Por suerte, existen muchas maneras para tranquilizarlo si el viaje fuese largo: hay que asegurarnos de que ya esté acostumbrado a las vistas, a los olores y a los ruidos del coche. Si así no fuera, antes de salir será necesario dedicar un poco de tiempo para acostumbrarlo de manera gradual.
Posteriormente, para que se acostumbre a los viajes en el coche, hay que seguir estas pautas:
Cuando hemos acostumbrado al gato a viajar en el coche, el día de la salida tendrás que actuar como si fuera un día normal:
Durante el viaje dejaremos al gatito en el transportín: permitirle caminar por el coche podría ser peligroso tanto para nosotros que conducimos, como para él. Acuérdate que cuando se viaja en coche con un animal, sea un perro o un gato, la ley prevé que se puedan transportar libremente si son custodiados en una jaula adecuada o en un contenedor, o en la parte trasera separada por una malla (artículo 169 del Código de Circulación). Si no se respetan las modalidades descritas anteriormente, se pueden aplicar sanciones desde los 68,50 hasta los275,10 euros, y la reducción de un punto en el carné de conducir.
Usa un transportín bastante amplio, sólido y resistente de manera que pueda proteger al gato de los movimientos continuos; pon algunos periódicos o paños suaves para absorber eventuales orinas. Además, el gato tendrá que tener fácil acceso al agua. Finalmente, asegúrate de mantener una conducción relajada, con tonos de voz tranquilos.
Durante el viaje, el gato necesitará suficiente agua y, si el viaje es largo, tendrá que tener la posibilidad de estirarse un poco dentro del coche y recibir comida de vez en cuando. Trae unos periódicos limpios y todo lo necesario para limpiar pequeños inconvenientes que puedan ocurrir.
Una vez llegados al destino, nuestro gatito necesitará todas las cosas que tiene en casa, como la caseta, el rascador vertical, la comida y la caja de arena, que obviamente traeremos con nosotros.
Viajar con el gato en el coche, como hemos visto, significa pasar por muchas cosas. Acostumbrarlo con antelación, sobre todo cuando es un cachorrito, hará posible viajar de manera serena durante varias horas.