¿Tu perro te parece triste?

¿Tu perro te parece triste?

¿Te has preguntado alguna vez si tu perro está triste? ¿Has notado cambios de humor en su comportamiento?

A veces pasa que observando a nuestro perro, notemos que parece triste y apático. Intentemos descubrir juntos como identificar y remediar la tristeza en los perros. Verlo así nos causa cierta preocupación: ¿Pero es posible hacer algo para él? 

¿Cómo reconocer las señales de tristeza en el perro y como levantar el ánimo a un perro triste? 

En este artículo, describimos en detalle las señales más comunes, las causas que las provocan y algunos consejos que cada dueño debería seguir para garantizar el bienestar de su mejor amigo y hacer que vuelva a ser aquel cachorro festivo y alegre que siempre ha sido.

Antes de todo, habría que llevarlo a hacer una consulta completa a un veterinario de confianza, para verificar y eventualmente excluir problemas físicos que puedan afectar a nuestro amigo de cuatro patas. En el caso de que todo resulte en orden tras esta consulta, podemos deducir que el problema es, en realidad, psicológico y es allí donde podemos intervenir.

Empezamos por este dato: el comportamiento de los mamíferos (todos, ninguno excluido) está determinado por las reacciones a las situaciones exteriores. Esta reacción puede ser diferente también entre animales de la misma especie porque depende del intercambio de informaciones entre los nudos de la red neuronal. Miedo, alegría, celos, agresividad, afecto y toda la gama de sensaciones de los mamíferos son parecidas. Las redes neuronales del cerebro humano son la sede de nuestra capacidad de entender el ambiente y sus transformaciones, y de proporcionar respuestas adaptativas calibradas a las exigencias que se presentan. Están formadas por conjuntos de células nerviosas densamente interconectadas entre ellas. Por lo tanto, también el perro reacciona a las señales del ambiente exterior según la respuesta de su red neuronal que, siendo extremadamente más sencilla que la nuestra (es decir, está hecha de un número mucho más pequeño de nudos), puede hacer que las reacciones sean más fácilmente previsibles y comprensibles. 

Nos concentraremos en una serie de estrategias y consejos prácticos para resolver el problema desde la raíz, mejorando cada aspecto de la convivencia, de manera que la tristeza abandone para siempre la mirada de vuestro animal.

En primer lugar, hay que identificar las causas de la tristeza. Aclaremos que existen muchas diferencias entre un perro triste y un perro deprimido. Pese a que las dos situaciones tengan muchas cosas en común, la segunda presenta complicaciones mucho más graves. Por tanto, antes de hacer cualquier cosa, hay que individuar si se trata de una condición pasajera o si se esconde un malestar más profundo.

Algunas de las posibles causas pueden ser:

  • La pérdida de una persona querida. Si un miembro de la familia u otro de los animales de la casa ha desaparecido de su vida, es normal que vuestro perro se sienta triste.
  • La mudanza. Los perros son animales territoriales. La mudanza a otra casa puede crear un trauma en el animal. Dejadle tiempo y cread un espacio adapto para él.
  • Traumas. Es posible que el animal haya vivido una situación mala o muy estresante. A menudo es algo que ha pasado cuando no estabais y, por tanto, algo desconocido para vosotros.
  • Soledad. Si vuestro perro transcurre mucho tiempo solo, en casa, es posible que sufra de soledad. El estrés provocado por el aburrimiento y por no sentirse importante, o querido, puede abrir el abismo de la depresión.

Otros motivos por los que un perro puede estar triste: 

  • La llegada de un bebé. Pese a que los animales quieren proteger a los recién nacidos y a los niños, es posible que, en algunos casos, vuestro perro pueda sentirse amenazado por su posición dentro de la familia. Para evitar esta manifestación de celos, será suficiente ofrecerle una dosis mayor de atención y afecto. 
  • Un nuevo animal de compañía. Un discurso similar es la llegada de otro animal de compañía. Otro perro, gato, pero también un simple canario.
  • Divorcio. Después de vivir varios años juntos, compartiendo la casa y la vida, es normal que, en caso de separación de la pareja, también el perro sufra.

Un perro triste es un animal apagado. No tiene ganas de jugar, de moverse, tiene poco apetito y escaso interés hacia el mundo alrededor. Si vuestro amigo de cuatro patas piensa solo en dormir, ¡Ha llegado el momento de actuar! Analizad con atención las posibles causas de la tristeza. Dad más amor, afecto y dedicad el mayor tiempo posible a vuestro perro. No importa si ha nacido un nuevo niño o si habéis acogido otro animal de compañía. Llenad con cariños extra la falta de una persona querida, tanto por un fallecimiento como por un divorcio.

No dejéis que la soledad y la apatía impregnen el corazón de vuestro perro, compartid con él cada momento y hacedlo sentir único, importante y, sobre todo, estad cerca. ¡Cada buen dueño sabe perfectamente qué es lo que le gusta a su perro y qué necesita para que vuelva a ser feliz!