Incorporar a un perro como otro miembro de la familia también significa abrazar un estilo de vida más activo, de simples paseos diarios -en todo caso, siempre tienen que ser experiencias de calidad- a actividades de juego de dos que estimulen las necesidades del perro. Si eres un amante de la carrera y tu perro tiene una fuerte motivación cinestésica (es decir, quiere moverse mucho), el Canicross puede ser una actividad muy entretenida, tanto para ti como para tu perro. Sin embargo, es necesario contar con la justa preparación y, sobre todo, con el justo equipamiento.
El Canicross es una actividad que trabaja de manera integral en el bienestar del perro: lo ayuda a hacerse cargo de su motricidad y de su gestión, regula sus emociones, amplía su plano proximal de experiencias (es decir, el conjunto de experiencias que posee el perro), aumenta su autoestima, y, sobre todo, aumenta la colaboración con su compañero humano. Por eso, antes de empezar a practicar Canicross con tu amigo de cuatro patas, es necesario contar con un mínimo de resistencia física a la carrera. En la pareja hombre-perro, los humanos somos en desventaja porque el perro cuenta con una resistencia física a la carrera mayor que los hombres.
Tras hablar de esta condición necesaria, cualquier perro, a no ser que haya complicaciones físicas, puede practicar el Canicross. Sin embargo, hay que llevar desarrollar la actividad con el equipamiento idóneo, para evitar posibles accidentes para los dos.
La correa de Canicross se ata a la cintura y se conecta a la línea. Esta correa, especialmente diseñada para esta disciplina, tiene una parte acolchada que protege la espalda del esfuerzo excesivo, especialmente si el perro acelera mucho durante la carrera. La línea es una cuerda dotada de una parte elástica que sirve para amortiguar que impide que el perro se haga daño en la espalda. Otro elemento fundamental es el arnés: los arneses en el mercado no son adecuados, mejor los arneses para perros de trineo o los arneses específicos en forma de H, que, sin embargo, necesitan tener partes acolchadas, para que el perro no se haga daño con el roce y mientras está tirando. Para proteger las yemas del perro, es mejor preferir las explanadas o, sobre el asfalto, utilizar unas botas especiales llamadas Booties.
En primer lugar, tienes que enseñarle al perro que vais a hacer algo divertido, para que no lo perciba como un paseo diario, sino como una nueva actividad a realizar junto con su humano, con lo cual se pedirán cosas muy diferentes de las que se hacen en un paseo. De hecho, en una sesión de el perro no podrá pararse para hacer marcas y tendrá que aprender a correr delante de nosotros, sin hacer ningún tipo de desviación.
Se puede empezar cubriendo distancias cortas, aumentando gradualmente los recorridos y utilizando las mismas técnicas usadas en la educación básica para asentar un comportamiento correcto (refuerzo positivo, clicker).
Otra ayuda adicional podría ser planificar sesiones con perros veteranos. Sin embargo, antes de empezar, siempre hay que tener en cuenta que es imprescindible una consulta con el veterinario para asegurarte de que tu perro tiene la forma física ideal para iniciar esta actividad. Otra cosa es elegir el entorno adecuado (un entorno urbano, con todos sus estímulos, no es adapto), tener el clima ideal (nunca con temperaturas demasiado altas) y, como dicho anteriormente, contar con el equipamiento adecuado.
No olvides que la alimentación es fundamental: elegir un alimento completo y balanceado, con ingredientes de alta calidad, es importante para darle al perro la energía adecuada.
Sin duda, empezar este recorrido fortalecerá aún más el vínculo con tu perro y, sin duda ninguna, ¡será una diversión única para los dos!